Curiosidades Onomásticas

Aquí tratamos curiosos temas relacionados con los nombres propios. Evidentemente no es un tema de heráldica, pero la onomástica nos tiene reservadas muchas sorpresas que nos hará pasar un buen rato.

Si usted tiene alguna curiosidad onomástica, con mucho gusto la publicaremos aquí unan vez examinada, por favor envíenosla al e-mail que encontrará en la página web www.heraldico.com (el de la web de heráldica del Gabinete Heráldico).

  • En Mayo de 2015 conocí a un socorrista de origen cubano en un hotel de Tenerife que se llama Danger (Peligro en inglés), lo que no deja de ser curioso que un socorrista se llame Peligro. El mismo Danger autorizó a publicar aquí esta curiosidad.
  • Santiago Buendia Vasquez nos envía esta información: Estimados señores, cómo están?, espero que bien. Les cuento que en Colombia hace cerca de 10 años hicieron un concurso muy simpático: El o la, sin tocayo y se lo ganó un Señor de nombre Elver Eccehomo Ajiaco Pulido. Se debe explicar que el ajiaco es una sopa de papas muy popular en el centro del país. En mi condición de médico veo muchos pacientes con nombres curiosos de los cuales envío dos: Coetonino, que proviene del gusto del papá del niño por un atleta de apellido Coe y del futbolista Toninho Cerezo y el otro es Bolisander, que creo que tampoco tiene tocayo y proviene de la pasión del papá por los próceres Bolívar y Santander.).
  • El nombre más raro que hay España es de una señora que vive en Bilbao y que se llama Burgundófora Cancionila, sus conocidos la llaman «Fori». Es de Huerta del Rey, vea la historia completa haciendo click aquí
  • Santa Burgundófora nació en la ciudad de Pipimisicum (hoy Poincy, cerca de Meaux). Sus padres eran el conde Cagnerico y Leodegonda. Tuvo dos hermanos santos: Cagnoaldo, monje en Luxeuil, y Farone, Obispode Meaux. De pequeña fue bendecida y dedicada a Dios por San Colombano quien, exiliado de Luxeuil, había recibido la hospitalidad de los padres de la santa.
  • El registro de un bebé en Colombia como Netflix de Jesús Rodríguez Restrepo se corresponde con una moda latinonamericana que no se permite en España. En España, los bebés no se pueden inscribir con más de un nombre compuesto o dos simples, y quedan prohibidos «los nombres que objetivamente perjudiquen a la persona, los que hagan confusa la identificación y los que induzcan a error en cuanto al sexo». Tampoco puede repetirse el mismo entre hermanos, a no ser que uno de ellos haya fallecido. Esto quiere decir, que, por ejemplo, no podrás llamar a tu hija Mandarina, pero sí Marciana. De hecho, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España hay 32 Stalin, 97 Kennedy, 69 Mao, 66 Cain, 2.182 Digna, 35 Evita, 590 Heidi, 80 Canuto, 73 Rihanna, 44 Miley, 320 Justin y 272 Amelie.
  • Lo que sí está permitido son los nombres mitológicos, los de personajes históricos, abstractos, geográficos, comunes o relativos a la fantasía. Además, desde hace años ya están aceptados los diminutivos, y se puede inscribir a los recién nacidos como Paco o Lola, sin necesidad de recurrir a los clásicos Francisco y María Dolores. En los últimos años, la moda impone elegir nombres de famosos para poner a niñas y niños. El caso más representativo viene con en bum de la serie Juego de Tronos. Los datos del INE revelan que hay en el país 57 Daenerys (el nombre de la protagonista). La edad media de las niñas con este nombre es de 2,2 años. Otros nombres de famosos como Neymar (159 con una media de edad de 2,9 años), Shakira (617 con una media de 13,2 años), Miley (59 con 5,8 años de media), Cristiano o Kilian también se encuentran en la lista de los más elegidos. Igual que lo son los nombres que, al combinarse con el apellido, den lugar a juegos de palabras que puedan ser ofensivos para la persona. Aunque haya españoles que tengan en el DNI como Digna Marciana, Miguel Marco Gol o Florentina Caldito Blanco.
  • Diego Rodríguez-Vila Ibáñez transmite una historia que se cuenta como verdadera, pero que él no puede certificar su validez. «Un matrimonio sudamericano quería poner a su hijo el nombre del santo del día. Pero resultó que en ese día había muchas onomásticas, por lo que el niño terminó llamándose… Santoral al Dorso».
  • Javier Molinas (Madrid) declara que su nombre de pila completo es Javier Prudencio, hijo de Prudencio Javier. Su abuelo y su bisabuelo se llamaban Prudencio. Como administrador de fincas, don Javier ha podido anotar algunos nombres curiosos: Francia Leydi (colombiana), César Stalin (colombiano), Lenin Remigio (ecuatoriano), Alemán Franco (colombiano), Perseverancia (ecuatoguineana). Algunos de los vecinos que administra se llaman Amara, Amaranta, Marciana o Zósimo, entre otros.
  • Rolando D’Abraldes-Holberg Morelli (Philadelphia, Pennsylvania, USA) anota algunos nombres extravagantes de cubanos: Aspirilín, Usmail (= U.S. Mail), Yosvani, Yusmeli, Yasminonda, Evangelio, Yosemita (por el parque nacional), Ferpol (= Fernando y Paul), Lenin Vladimir, Fidel Raúl, Estalin (apellidado Vivo), Úrssula (con dos eses en homenaje a los soviéticos) y Gagarín.
  • Fernando Domínguez aduce una entrañable lista de sonoros nombres inscritos en el árbol genealógico de su mujer: Isauro, Primitivo, Heraclio, Segismundo.
  • Melchor Sánchez de Toca (Ciudad del Vaticano) ha conocido nombres muy curiosos en sus viajes por América. Por ejemplo, una chica llamada Craisler, porque a su papá le gustaba la marca Chrysler. En algún caso el obispo, en la confirmación, pronunciaba un poco a voleo los nombres de sus feligreses: Duberley, Balmore, Ferney, todos masculinos. En Puerto Rico conoció a una pareja: él se apellidaba Saliva y su novia Arroyo. Acabaron dejándolo al pensar que, cuando se casaran, ella sería Arroyo de Saliva.
  • María Pilar Sanz precisa algunos nombres poco comunes: «Familiares míos de Soria: Baraquisio, Macaria, Eufernia y Rufina. Una amiga de Segovia: Ermelinda. Una amiga de Barcelona: Renilde. Un doctor de Madrid: Servelio». Decididamente estamos muy lejos de considerar monótona la onomástica española.
  • Elías Monsalve me comunica que, en cuestiones onomásticas, Venezuela se lleva la palma de originalidad. Así, un señor venezolano, apellidado Toco, puso estos nombres a sus hijas: Yola, Nola y Sila. De esa forma los nombres completos quedaron en Yola Toco, Nola Toco y Sila Toco. Don Elías atestigua otros nombres de venezolanos, los llamados Orange Crush, Frigidaire o Impala. Don Elías trabajó en Petróleos de Venezuela y tuvo una secretaria llamada Needys y un compañero que respondía al nombre de Rimsy (por el compositor Rimsky Korsakov). Por si fuera poco, don Elías añade una divertida anécdota:
  • En un viaje a Venezuela, un matrimonio se reunió con un grupo de amigos. Al decir la esposa que su nombre era Mar, una de las invitadas se echó a reír comentando que igual que el Océano, entre muchas muestras de extrañeza por un nombre tan raro. La mujer le preguntó a ella su nombre y le contestó que se llamaba Carhil, pues su papá se llamaba Carlos y su mamá Hildebranda.
  • Joaquín Gallardo Rodríguez (Sevilla) conoce a tres Hermengaudios (abuelo, padre y nieto) y a una Hermelinda. Familiarmente todos son conocidos como Herme.
  • Ignacio Seligra (Valencia) tiene un alumno, español por los cuatro costados, de nombre Yedai, que es la pronunciación inglesa de Jedi, los monjes guerreros de «La guerra de las galaxias».
  • Javier da cuenta de que antes, en Aragón, era bastante frecuente que un varón se pudiera llamar Pilar. El nombre común «pilar» es masculino. Realmente el nombre femenino es María del Pilar.
  • Francisco Mora apunta varios nombres propios que pueden servir para los dos sexos. Son nombres de personas que él conoce:
  • Salomé Redondo y Morcillo, conductor de autobús urbano en Madrid.
  • (Don) Pilar, conocido notario de Alcázar de San Juan.
  • Trinidad, tanto varones como mujeres.
  • Miguel Serrano Avello (Barcelona) certifica que el nombre de Trinidad lo llevan dos personas muy queridas para él: un hijo varón del médico forense de Mataró (Barcelona) y su madrina de bautismo.
  • Rosario Alcalde Lázaro, de su paso como dependienta de El Corte Inglés, recuerda el nombre de dos clientes que pagaban regularmente con tarjeta: Gojoncio de la Polla y Luis Portero Cotilla.
  • Hay un médico asturiano llamado don Cojoncio. Una paisana que fue a la consulta se puso un poco nerviosa y se dirigió al médico de esta forma: «Perdone usted, don Jodoncio».
  • ¿Hay algún nombre propio de varón que no lleve alguna letra de Carlos? PUES SÍ. Quintín, Medín y Pudente. También Kevin (santo irlandés).
  • ¿De dónde viene el nombre de María de la O? El nombre de María de O procede de una interpretación popular de la Virgen de la Esperanza, cuya «esperanza» es en el sentido de un parto feliz. Por eso se dice «en estado de buena esperanza» cuando una mujer está embarazada. Lo de María de la O viene de las admiraciones que se cantan en latín a la Virgen en las Letanías o en la Salve: O clemens, O pia. María de la O Olmedo Babe señala que Nuestra Señora de la O es la patrona de Pontevedra. Las Marías de la O celebran su santo el 18 de diciembre junto con las Esperanzas y Macarenas.

Ángel Caballero Gentil (no es seudónimo) cuenta que tiene una amiga llamada Yesenia Ericka. Pero es que su hermana se llama Hannah is Namars. Lo de «is» viene de la escritora Anaïs Nin. Lo de Namars es un acróstico:
N Nomar
A a
M m
A a
R ro
S sa

Nomar y Rosa son los padres de Hannah is Namars.

  • Aníbal Carrasco (Ginebra, Suiza) es de un pueblo de la provincia de Cuenca, Villaescusa de Haro. Allí son «ricos en nombres poco habituales, como»: Eumenia, Primiano, Salustiano, Tiberio, Quintín (ninguna de las letras de Carlos).
  • Pilar Martín Rojas conoce muchos nombres curiosos:
  • Maribela. Señora gallega de setenta y tantos años. El nombre lo trajo su padre, marino, de allende los mares.
  • Nicandro. Alicantino.
  • Ellín. Ecuatoriano.
  • Dalanyo. Jovencito hijo de españoles.
  • Astra, Eciselia y Ona, hijas de españoles.
  • Trifu. Hijo de españoles.
  • Trifón. Muy común en Alicante.
  • Luz Divina, Dulce Alegría, Antulio, Ercilia, Oeste, Ginesa, Castilla (femenino).
  • La lista de nombres exóticos se combina a veces con apellidos excéntricos. Así, Francisco de A. Pineda (Granada) recuerda que una muy buena amiga de la familia se llamaba Purificación Conejo Enamorada. En su familia abundan los «multinombres». Por ejemplo, el nombre propio completo del granadino es Francisco de Asís Santiago Cecilio de la Santísima Trinidad.
  • Un chico de La Coruña salió con una chica que se apellida Nito, lo malo es que se llama Elena. También en La Coruña vive una chica apellidada Colero a la que sus padres le pusieron de nombre Ester.
  • Manuel Asensio Durán (Badajoz) asegura que un tío suyo se llama Argimiro y su mujer Filonita. En el cementerio de Alburquerque (Badajoz) hay una lápida dedicada a Abraham Bombardeó Barcelona.
  • Javier Medín comunica dos nombres femeninos oídos en Andalucía: Subterráneo y Gracekelly (pronunciado a la española).
  • En el Hospital Infantil de la Paz fue atendido un niño llamado Obimar. Simplemente, cuando nació, sus padres consultaron el almanaque y vieron que había un santo al que seguía el nombre de «Ob. y mar.» (= obispo y mártir). Les faltó tiempo para llamar así a la criatura.
  • Illya Kuryakin cuenta esta historia onomástica: Años ha, mi padre me contaba que había tenido a sus órdenes a un soldado apellidado Tercero. Nada hasta ahí fuera de lo común, salvo que el mílite en cuestión se llamaba Segundo, y era cabo primero en el cuarto batallón. Contaba que la broma clásica en el cuartel era enviarle a un quinto del sexto batallón, con la frase «¿Es usted el primero Segundo Tercero del Cuarto? Yo soy un quinto del Sexto…». Hasta la fecha había creído siempre que esta historia era una broma, pero, para mi sorpresa, hace un par de semanas encontré, navegando por la red, un foro de veteranos paracaidistas, en el que había publicada una foto de mi padre (que me apresuré, huelga decirlo, a guardar); y la foto había sido enviada por el Sargento Tercero…Tengo que contactar con él y comprobar la veracidad de la historia; aunque sólo sea para pedir perdón –otra vez– a mi padre por mi falta de fe.
  • Nombres de mujer que no contienen la letra A: Belén Celeste Cielo Cleo Cleofé Cloe Clotilde Concepción Consuelo Cruz Dolores Dulce Edurne Esther Fe Febe Flor Gertrudis Goretti Inés Irene Iris Isis Leonor Lis Loreto Luz Lulú Mercedes Neus Nieves Noemí Olvido Penélope Remedios Renilde Ruth Socorro Sol Sonsoles Venus Virtudes Zoe.

Un pueblo de Burgos pasa a la historia de la estadística por tener el mayor número de nombres propios extraños de toda España. En Huerta de Rey, la gente llega a los sitios mucho antes que sus nombres. Por venir, los huertaños vienen al mundo y varios días después aparecen sus nombres, bautismos llenos de letras, una orgía de palabras únicas para toda la vida. «Hola, me llamo Hierónides Ranulfo, venid y os cuento nuestra historia».
Nadie puede superar a un lugar que haya parido a Iluminada Ninfodora, Cilina Reineira, Gláfida, Walfrido, Filadelfo, Filogonio, Ilda, Plautila, Especioso, Evodio, Meuris, Hermógenes o el mismísimo Canuto.
«Aquí quedan 840 vecinos y se maneja la cifra de 360 nombres curiosos», dice Antonio, el alcalde, uno de los raros del pueblo. En Huerta de Rey, un acogedor lugar en medio de la onomástica profunda de España, vas con Hierónides Ranulfo por la calle, doblas una esquina y se te aparece una historia con nombre propio.
«Un día iba con mi moto y me paró un guardia. Como no llevaba la documentación, me puso una multa. Me dijo que la firmara. Y yo, muy despacito, firmé y puse: ‘Firmo’. El tío vio la firma y mira lo que pasó:

Policía: Qué, ¿de cachondeo, no?
Yo: No, no, es que me llamo así.
Policía: ¿Pero cómo va usted a
llamarse Firmo? Venga, firme ya
que no tengo todo el día.

Yo: Le juro que me llamo Firmo.

Se mosqueó y me llevó al cuartel. Llegamos allí y los policías no se lo creían. Total, que al rato salió uno y me dijo que si me llamaba Firmo me quitaban la multa. Y me la quitaron».

En Huerta de Rey, a Firmo nadie le llama Firmo. Le llaman Chapiri, que viene a ser lo mismo.
Esta increíble producción de nombres insólitos es cosa de Adolfo Moreno, secretario del Ayuntamiento y del juzgado de 1890 a 1930. Don Adolfo estaba harto de los líos y los litigios que para el cartero o para Hacienda suponía que casi todos los vecinos se llamaran Antonio, Juan o Carmen y se apellidaran Molinero o Rica. Y tuvo una idea.

Hoy la cuenta su hijo, de 90 años, buen humor, memoria impecable. Su hijo… Sicilio, por supuesto. «Mi padre era un emprendedor, quería cambiar el pueblo, hacerlo único. Sugirió a los padres que pusieran a sus hijos nombres curiosos para evitar futuras confusiones. Los padres venían a inscribir al niño, él cogía el Martirologio Romano, veía el santo del día y lo proponía».

Sicilio pone sonrisas de reojo cuando recuerda algún bautizo pagano en el Registro. «Yo le echaba una mano a mi padre. Un día vino Parisio a inscribir a su hijo, yo miré el librito y le dije que pusiera al crío Onesíforo. Parisio resopló y dijo que lo iba a consultar con la mujer. Al rato vino y pusimos al niño Onesíforo».

El bueno de Sicilio es hombre de tradiciones. Cada vez que su esposa traía un bebé a este mundo, Sicilio abría la procelosa cueva del Martirologio de marras. Y aquí están las ocho consecuencias: Tarsicio, Adolfo José, Ludovico Silvino, Filonila, Sicilio Marino, Rolando Bienvenido, Sira Auda y Tobías Wifredo.

«La gente cree que mi nombre es un mote. A mí me encanta», dice Sira Auda. «Yo no tengo problema: todos me llaman Pili», carcajea Filonila.

La costumbre va en retirada, pero quedan irreductibles, como los nietos de Sicilio. Herón (18 años), hijo de Sicilio Marino. Ibes (22), hijo de Tobías. Oria (12), hija de Rolando…

Frente a la casa de Sicilio’s boys está la carnicería de Visti, Vistila para los nuevos. «Me encanta mi nombre, y eso que tengo que repetirlo en todos los sitios. Cuando nací, mis tías pusieron a mi hermano Ezequiel. Pero dudaban conmigo. El secretario miró el libro y les dijo que qué les parecía Vistila. Y hasta hoy».

¿Hay extraterrestres en Huerta? No, pero sí una Digna Marciana. «Me pusieron así porque la que me fue a bautizar se llamaba igual. ¿Que si me gustan? A cual más feo, hijo», dice esta viuda de 80 años y toda una vida de dignidades terrenales detrás.

La semilla de Huerta se ha extendido lejos, una exportación de deneís salpicando el país. Austrigiliano vive en Bilbao, y en Madrid hay pruebas de la presencia de Sulpicio, Nicereta, Orolio, Sigerico o Pelaya.

Pero la estrella de la emigración huertaña es una explosión sonora: Burgundófora Cancionila. «Cuando conocí a mi marido, me pidió la dirección. Le di mi nombre y me dijo que si no quería darle mi dirección no pasaba nada. Yo le aclaré que ésa no era mi calle, que era mi nombre».

Para el mundo, esta mujer es Fori. Tiene 66 años, vive en el País Vasco y cada vez que pisa la Administración repite escena. «Nadie acierta. Balbucean, releen y nada. Acaban citándome por el apellido. Nadie se cree que me llame así». Y eso que Fori estuvo a punto de llamarse Escolástica. «Pero mi padre se negó en redondo».

Otro de los raros del pueblo es un emigrante que vive en Zaragoza, el cirujano de las tripas de Huerta de Rey. José Angel se llama el valiente. «Quiero organizar una reunión de nombres raros de toda España. Pero con DNI o partida de nacimiento, algo serio. Sería el Primer Encuentro con Nombre Propio. A ver quién nos puede ayudar».

Si vence su timidez, el discurso de apertura sería cosa de Hierónides Ranulfo, hombre encantador que en 1971, mientras vivía en Valladolid, recibió un sobre. «Sólo pusieron ‘Hierónides, Valladolid’. Y llegó».

¿Y a usted, don Hierónides Ranulfo, cómo le llaman aquí? «A mí, en general, me llaman mal».

En Huerta de Rey, a Firmo nadie le llama Firmo. Le llaman Chapiri, que viene a ser lo mismo.
Esta increíble producción de nombres insólitos es cosa de Adolfo Moreno, secretario del Ayuntamiento y del juzgado de 1890 a 1930. Don Adolfo estaba harto de los líos y los litigios que para el cartero o para Hacienda suponía que casi todos los vecinos se llamaran Antonio, Juan o Carmen y se apellidaran Molinero o Rica. Y tuvo una idea.

Hoy la cuenta su hijo, de 90 años, buen humor, memoria impecable. Su hijo… Sicilio, por supuesto. «Mi padre era un emprendedor, quería cambiar el pueblo, hacerlo único. Sugirió a los padres que pusieran a sus hijos nombres curiosos para evitar futuras confusiones. Los padres venían a inscribir al niño, él cogía el Martirologio Romano, veía el santo del día y lo proponía».

Sicilio pone sonrisas de reojo cuando recuerda algún bautizo pagano en el Registro. «Yo le echaba una mano a mi padre. Un día vino Parisio a inscribir a su hijo, yo miré el librito y le dije que pusiera al crío Onesíforo. Parisio resopló y dijo que lo iba a consultar con la mujer. Al rato vino y pusimos al niño Onesíforo».

El bueno de Sicilio es hombre de tradiciones. Cada vez que su esposa traía un bebé a este mundo, Sicilio abría la procelosa cueva del Martirologio de marras. Y aquí están las ocho consecuencias: Tarsicio, Adolfo José, Ludovico Silvino, Filonila, Sicilio Marino, Rolando Bienvenido, Sira Auda y Tobías Wifredo.

«La gente cree que mi nombre es un mote. A mí me encanta», dice Sira Auda. «Yo no tengo problema: todos me llaman Pili», carcajea Filonila.

La costumbre va en retirada, pero quedan irreductibles, como los nietos de Sicilio. Herón (18 años), hijo de Sicilio Marino. Ibes (22), hijo de Tobías. Oria (12), hija de Rolando…

Frente a la casa de Sicilio’s boys está la carnicería de Visti, Vistila para los nuevos. «Me encanta mi nombre, y eso que tengo que repetirlo en todos los sitios. Cuando nací, mis tías pusieron a mi hermano Ezequiel. Pero dudaban conmigo. El secretario miró el libro y les dijo que qué les parecía Vistila. Y hasta hoy».

¿Hay extraterrestres en Huerta? No, pero sí una Digna Marciana. «Me pusieron así porque la que me fue a bautizar se llamaba igual. ¿Que si me gustan? A cual más feo, hijo», dice esta viuda de 80 años y toda una vida de dignidades terrenales detrás.

La semilla de Huerta se ha extendido lejos, una exportación de deneís salpicando el país. Austrigiliano vive en Bilbao, y en Madrid hay pruebas de la presencia de Sulpicio, Nicereta, Orolio, Sigerico o Pelaya.

Pero la estrella de la emigración huertaña es una explosión sonora: Burgundófora Cancionila. «Cuando conocí a mi marido, me pidió la dirección. Le di mi nombre y me dijo que si no quería darle mi dirección no pasaba nada. Yo le aclaré que ésa no era mi calle, que era mi nombre».

Para el mundo, esta mujer es Fori. Tiene 66 años, vive en el País Vasco y cada vez que pisa la Administración repite escena. «Nadie acierta. Balbucean, releen y nada. Acaban citándome por el apellido. Nadie se cree que me llame así». Y eso que Fori estuvo a punto de llamarse Escolástica. «Pero mi padre se negó en redondo».

Otro de los raros del pueblo es un emigrante que vive en Zaragoza, el cirujano de las tripas de Huerta de Rey. José Angel se llama el valiente. «Quiero organizar una reunión de nombres raros de toda España. Pero con DNI o partida de nacimiento, algo serio. Sería el Primer Encuentro con Nombre Propio. A ver quién nos puede ayudar».

Si vence su timidez, el discurso de apertura sería cosa de Hierónides Ranulfo, hombre encantador que en 1971, mientras vivía en Valladolid, recibió un sobre. «Sólo pusieron ‘Hierónides, Valladolid’. Y llegó».

¿Y a usted, don Hierónides Ranulfo, cómo le llaman aquí? «A mí, en general, me llaman mal».

Carlos Arredondo Escudero nos envía la siguiente información onomástica:

Buscando el origen de mi apellido -que por cierto no hallé- encontré su página y llegué a las curiosidades onomásticas. Soy un Chileno avecindado en Guayaquil, Ecuador en donde existen muchos nombres raros, la mayoría de origen inglés como Dixson, Bayron, Aylin, Joffre, Jefferson, Tyrone o Tayron, Fricson, Enma, Wilson, William o Willians mezclados, obviamente, con apellidos españoles o autóctonos como LLumitaxi, Panchi, o Quito, además de las «rarezas» reales que leerá mas adelante.
A continuación, transcribo un articulo del periodista colombiano Gonzalo Guillén publicado hace algunos años:

Ecuador cobija los nombres menos comunes

(Este articulo salió publicado en periódico El Nuevo Herald de Bogotá, Colombia)

Si las personas contemporáneas nacen cobijadas con el derecho a tener un nombre, de acuerdo con la Carta Universal de los Derechos del Hombre, ¿Podrían entonces los ecuatorianos: Primera Comunión Bastidas, Martes Trece Santana o Cabalgata Deportiva Vera alegar ante tribunales internacionales que sus padres les causaron perjuicios de lesa humanidad?
¿Quién podrá defender a Vick Vaporoup Giler, a Osa Mayor Medranda o a Puente Vacacional Alcivar? La respuesta podría serles de utilidad a Land Rover Garcia, a Canegunda Isaura Santos, a Obras Portuarias Sánchez, a Chispa de la Vida Alava y a tantos otros ecuatorianos que llevan nombres que han puesto en aprietos al Registro Civil y que en ocasiones son tan estrafalarios como el mas feroz de los apodos.
Algunas veces un nombre inesperado le concede fama a una persona. Pero, a primera vista, no parece favorecer mucho a dona Estatua de la Libertad Murrieta, a don Año Bisiesto Owen o a don Conflicto Internacional Loor. Los nombres estrambóticos en Ecuador proliferan en la provincia costeña de Manabí, aunque en todo el país pululan, por ejemplo, los Lenin o los Estalin, las Italias, las Maribi, los Washington o los Darwin.
El periodista de Guayaquil Marcelo Marchan se ha dedicado a rebuscar centenares de nombres insólitos, esencialmente en los directorios telefónicos, y optado por realizar concursos cuyos resultados ha recopilado y editado en publicaciones de humor.
No existen estudios confiables sobre la costumbre ecuatoriana de bautizar a personas con nombres como Osa Mayor Medranda, Calcomanía Pico, Aeropajita de Morcillo, Pura Gloria Alemana Ayala, o Perfecta Circuncisión Hidalgo.
Algunos creen que podría existir relación con tradiciones indígenas. Los pieles-rojas de Norteamérica, por ejemplo, solían llamarse Toro Sentado o Pluma Blanca que, en todo caso, asombran menos que Perfectísimo Dios Vera Alcívar, Ali Baba Cárdenas, Houston Texas Ponguillo Loor, Cristo Crucificado Cañarte San Andrés, Underwood Escribano Pita, o Unidad Nacional Centeno Gómez.

Muchas personas en Ecuador llevan por identidad lo que para sus padres fueron momentos inolvidables. Es el caso del senor: Dos a Uno Angulo; el domingo que nació, el equipo de futbol Real Madrid de la provincia de Esmeraldas, del que su padre era dirigente, triunfó 2-1 sobre el San Lorenzo.

La pasión ecuatoriana por el fútbol tambien se refleja en los nombres de Justo Empate Enríquez, Campeón Invicto Rodríguez Aspiazu o Victoria Apretada Obregón Carrera.

El patriotismo se adivina en los nombres de don Ecuador Janulvomaton Loor A., o su ya mencionado hermano, señor Conflicto Internacional Loor o en don Himno Nacional Salgado Pólit.

La fuerza incontenible de la publicidad subyace en dona Eveready Pilar Valencia Changa o en Burguer King Herrera Suárez. El apego a la democracia lo carga don Cabildo Abierto Guzmán Conguillo y la majestad de la justicia se enseñorea en la identidad de la señora Cadena Perpetua Vásquez Jijón.

Un incuestionable, aunque incomodo, amor paterno quedo declarado en el Registro Civil con el nombre de dona Niña de mis Ojos Loor Chávez.. este genero de afecto paterno rebosado corresponde el nombre de dona Amor de mi Vida Santana García.

La jactancia varonil y el envanecimiento paternal fueron inocultables el día del bautizo del señor Semen de los Dioses Bazurto Quezada, natural de la población de Jipijapa.

Esta por verse, sin embargo, si la señora Exquisita Bendita Sánchez Navarro, y los señores Emporio Musical Viteri, Buen Amigo Moscoso Escandón y Cemento Rocafuerte Preciado L. han hecho honor a sus nombres. La legislación ecuatoriana no pone limites para el registro oficial de nombres pero exige que estos no falten al respeto y a la dignidad de la persona humana. Empero, hoy los funcionarios de las oficinas del Registro Civil gozan de plena autoridad para rechazar nombres que, en su leal saber entender, estimen inapropiados.

En fin… No seria de extrañar que Ecuador haya sido la patria originaria de los eternamente mencionados Zutano, Mengano o Perico de los Palotes. Es cuestión de buscarlos en el directorio telefónico…»

En Latinoamérica, el objetivo de muchos padres es que sus hijos no tengan nombres comunes y acuden a la diversidad sin tener en cuenta lo que esto implicaría en un futuro para los pequeños. En Panamá, por ejemplo nacieron Oliver Google Kai, Amor McDonald o Apple Guadalupe, nombres que han obligado a la intervención de la legislación para proteger la identidad de los pequeños. Ecuador es otro de los que se suma a esta corriente con nombres estrambóticos que apelan al uso de marcas de automóviles, como Land Rover García, de expectorantes como Vick Vaporup Giler, o de franquicias de comida rápida, como Burger King Herrera, en donde si bien la legislación no los prohíbe sí exige que no falten al respeto o la dignidad humana.

Un/a amable lector/a de esta web nos envía esta curiosidad: Una enfermera del Hospital Domingo Luciani de la Parroquia Petare, del estado Miranda en Venezuela, señora muy amiga de mi madre le comento que una señora de nombre Lucía había dado a luz un niño, y cuando le preguntaron que nombre le pondría esta dijo que como el padre del niño se llamada Fernando lo llamaría Lucifer siendo la mezcla de ambos nombres. Y así se llamó.

John Echevarría, otro amable lector de esta página, nos envía un e-mail en el que nos dice: He caído por casualidad en su página de Curiosidades Onomásticas. Lo de los nombres cubanos merece un capitulo aparte. Además de Usmail, también es frecuente Usnavi o Usnavy, por la US Navy. En Madrid reside un miembro del grupo musical Orishas que se llama Yotuel (capricho de su mama al enterarse que era varón y le nombro en homenaje a los tres: YO-TU-EL). El famosísimo “Eliancito Gonzalez” se llamaba Elian por sus padres ELIsabet (sic) y JuAN= ELI-AN. La guía telefónica de Miami (e imagino que la de La Habana…) daría para escribir un Libro.
Pero el tema se extiende por las Américas a pasos agigantados. Conozco un Nomar, por transposición del nombre de su padre Ramón, a más de una Leidi (castellanización de Lady).

Enlazo con un e-mail que nos envía Francisco Javier Hernández Rivera, de México, en el que nos añade estos dos puntos:

  1. Acerca de una chica (LEYDI DIANA Rodríguez) cuyos padres seguramente han querido hacer homenaje a la querida Princesa Diana (ver archivo anexo, con carnet de votante y todo). Nos envía escaneado su carnet de votante que no ponemos aquí por discreción, en el que certificamos que es así.
  2. El caso de una leyenda urbana (o más bien, rural) que se oye con frecuencia por acá, acerca de un individuo cuyos padres le habrían bautizado con el nombre de «Masiosare» (que se desprende del inicio de una estrofa de nuestro Himno Nacional:
    «…mas si osare un extraño enemigo; profanar con su planta tu suelo; piensa ¡Oh Patria querida! que el Cielo; un soldado en cada hijo te dió»).

Sebastián Sánchez, de México, nos envía un e-mail en el que nos cuenta que cuando estuvo haciendo el servicio militar en 1975 en Coatzacoalcos (Veracruz, México), tuvo un compañero que se llamaba Pastor Alemán, y el primer día que pasaron lista se quedaron arrestados por haberse reído del compañero, y normalmente tenían problemas, ya que cuando lo nombraban algunos soldados ladraban. Obviamente, si el sargento se daba cuenta quien había sido el chistoso, arresto seguro.

item Pascual Álvarez, de México, nos relata: «resulta que tengo un familiar politico (lejano) cuyo nombre es Aridi, siendo el varón me llamó mucho la atención y pregunté el por qué de ese nombre, a lo que un familiar cercano me refirió que era un nombre compuesto quedando de esta manera: Ar = de su papá Arturo / i = del lazo entre padre y madre / di = de su mamá Diana».

item Claudia Almaguer Naranjo, también de México, nos dice «tengo una cuñada que es Educadora (así se le dice en México a la profesora de párvulos entre 4 y 6 años) y nos platica que tuvo un alumno llamado ‘Anivdelarev’ ya que su cumpleaños era el 20 de Noviembre fecha del Aniversario de la Revolución Mexicana»

itemUna seguidora nuestra nos envía este e-mail: Como cajera de supermercado, a veces me tengo que contener la risa cuando leo la identidad de algunos clientes que me pagan con tarjeta. Entre uno de los más curiosos, «Plutarco».

itemMe llamo Luz Cuesta Mogollón, pero la subida de la tarifa eléctrica no es culpa mía..